Diferencia de las cooperativas de otras formas de sociedades o de empresas.

 Por: Licda. Xiomara Núñez de  Céspedes

Tal como establece los principios y valores del cooperativismo, las cooperativas son empresas de dirección y valoración conjunta cuya principal función es la de elevar la calidad de vida de sus integrantes, fuera de ese paradigma las empresas de economía social no tienen razón de ser.
En el mundo actual existes miles de formulas para lograr la rentabilidad excesiva de las empresas, por muy buenas que nos parezcan no todas aplican al modelo cooperativo.

Si tomamos como base los parámetros del cooperativismo vemos como muchas actitudes y comportamientos que se consideran buenos y validos para las empresas no lo son para las empresas de la economía social, por ejemplo el principio de gestión democrática es un principio que goza de notable importancia, sobre todo, para las cooperativas integradas mayoritariamente por trabajadores (as). Si la persona es libre y los asociados de una cooperativa son personas, se debe permitir a todos ellos participar en la cooperativa con idéntica libertad y capacidad de decisión, se establece así una diferencia sustancial de la sociedad capitalista.
En la cooperativa se pretende que, mediante una gestión democrática, la persona se sienta perfectamente integrada e identificada con la empresa en la que militan. La unidad básica de la cooperativa son los asociados, que generalmente son individuos. Esta fundamentación en la persona humana es una de las principales características que distingue a una cooperativa de las empresas orientadas principalmente en beneficio del capital.

Por otro lado, no es difícil ver cómo el valor de la democracia entre los asociados exige cierto tipo de estrategia en las relaciones entre ellos, una política sobre la distribución de la información, y conocimiento pleno de sus actores. Los asociados tienen el derecho de participación, el derecho de ser informados, el derecho de ser escuchados, y el derecho de estar involucrados en la toma de decisiones. Esa democracia en la gestión se manifiesta en el reparto de los votos: un socio, un voto, en las cooperativas.

En la sociedad actual vemos como los actores en ejercicio de poder distorsionan la información haciendo que los actores principales pasen a ser simples espectadores de los cambios o la continuidad de las estructuras de mando, trae esto como consecuencia que no son los mejores elementos quienes nos dirigen en algunos casos. El populismo no siempre esta impregnado de los mejores valores.

Cada asociado tiene la responsabilidad de investigar y cuestionar las decisiones que se toman para la dirección de la empresa apoyados en los principios y valores en aras de que los que dirigen tengan las competencias y valores morales que los hagan sujetos de confianza y credibilidad para no dar pie a líderes que basados en plataformas transitorias converjan y distorsionen los fundamentos que nos hacen ser una empresa diferente con estándares de valores altamente probados.

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