El Valor de la Capacitación Continua.

Licda. Xiomara Nuñez de Céspedes.

En una empresa de economía social existe una amplia gama de dirigentes, personas que decidieron unir voluntades que a fuerza de necesidades comunes asumieron el compromiso de forjar a base de sacrificios, dedicación y entrega una institución que sirviera de canal de superación económica y social para sus conciudadanos.
Este es sin lugar a duda el origen y motivación de toda empresa cooperativa, todo inicia con el compromiso de hombres y mujeres dispuestos a dar lo mejor de sí para mejorar la calidad de vida de la comunidad que los une y más allá.

El progreso no solo facilita el acceso a otro nivel de vida, sino también que contribuye a que cada dirigente se involucre de manera activa a buscar constantemente su crecimiento y desarrollo personal, mismo que le permita seguir aportando de manera efectiva a la dinámica cada vez más compleja de la empresa social.

Esta búsqueda da como resultado el establecimiento cada vez más necesario de programas educativos  eficientes y eficaces que aporten realmente herramientas que sirvan para el buen desarrollo y gobernabilidad de las cooperativas.
Actualmente la dirigencia tienen la responsabilidad de valorar sin presiones ni favoritismos las ofertas educativas que se les ofrecen, esta valoración tienes que ir acorde con la misión y la visión de la empresa y más que nada fundamentada en los principios y valores  que nos rigen.   
 La capacitación lleva a la dirigencia, más que a reunirse a oír informes y a tomar resoluciones a ejercitar permanentemente, la responsabilidad de monitorear la gestión administrativa, tanto en la empresa, como de todo el sector cooperativo, de forma que genere la experiencia y sinergia necesaria que nos lleven cada día a concebir nuevos proyectos, y tras ello, ir adecuando las políticas y reglamentos a los cambios que a diario se suceden en la sociedad, manteniendo la empresa competitiva y en  mejoras continua.

La economía  se ve inmersa en una vorágine de cambios, pues cada día hay nuevas necesidades que exigen mayor y mejores satisfacciones para nuestros asociados, cambios ante los cuales nuestras empresas de economía social no deben mantenerse al margen, pues no basta con hacer alarde de ser empresas sin fines de lucro, que se manejan con pulcritud, sino, que estas deben ser gestionadas con alta competitividad, factor que hace imprescindible la obligatoriedad de aunar esfuerzos para contar con capacitaciones que provoquen el empoderamiento y habilidad de todos los actores que convergen a lo interno de la cooperativa, de manera equitativa.

Se hace necesario que todos y todas se involucren de manera activa en los procesos de capacitación, solo esta garantiza que los aportes que se hacen al desarrollo de la empresa  reflejen el compromiso y  el alcance de todos los sectores.
Los organismos de integración tienen mucho que aportar en este sentido.

Dios les bendiga….

El Propósito de Las Cooperativas

Licda. Xiomara Nuñez de Céspedes.

Desde sus orígenes el cooperativismo ha tenido como propósito principal mejorar la calidad de vida de sus actores, sin duda alguna todo individuo que milita en una cooperativa lo hace con el interés de multiplicar sus beneficios y dividir las dificultades en un mundo cada vez más egoísta e individual.
Últimamente tan  loable propósito se ha visto empañado por un consumismo indetenible de muchos de los asociados, quienes sin medir consecuencia y seducidos por un afán de tener cosas materiales que no necesariamente son determinante en ese momento para mejor su calidad de vida se endeudan de manera tal que pierden la tranquilidad y el confort que trae consigo la planificación del gasto y el uso racional de nuestros recursos financieros.

La dirigencia de las cooperativas tienen una gran tarea por delante: educar, guiar y ayudar a planificar a la membrecía para que haga uso razonable del crédito.

La educación es lo que distingue en el actuar a las empresas de economía social, el objetivo es enseñar a la membrecía a ser responsable aprendiendo a ahorrar para sus proyectos de vida y a posponer la gratificación para los momentos oportunos.
Los créditos deben ser tomados en serio y bajo planificación para evitar endeudamientos extremos que depriman la calidad de vida.
 La banca regular se empeña de manera  agresiva en ofrecer sin medida formas de endeudamiento que son rechazadas por las personas instruidas en el cooperativismo sano con estándares de conocimiento en el uso racional del crédito, ellos valoran correctamente las directrices del cooperativismo descrita en todos sus valores.

Las mujeres que somos en su mayoría las que manejamos el presupuesto familiar debemos ser objeto de capacitaciones continuas sobre presupuesto y manejo efectivo de las finanzas, los comité de educación de las cooperativas tienen un gran reto de hacer llegar la información oportuna a cada socia con la finalidad de orientarla hacia un endeudamiento con propósitos que beneficien a las familias.
Son muchas las cooperativas que invierten tiempo y recursos en orientar a su membrecía sobre el uso de los productos financieros, sin embargo es una tarea para toda empresa de la economía social que se sienta responsable del bienestar la misma.

Debemos crear conciencia en la situación económica actuar, el costo de la vida se ha incrementado de manera exorbitante dejando sin capacidad de pago a la mayor parte de la población trabajadora, es ahora donde se hace imprescindible un plan personal que  permita mantener el nivel de vida, sin incurrir en deudas que  acaban resultando imposibles de pagar.

Lo bueno es que se puede ayudar a la membrecía a reorganizar y sanear su economía, a través de programas educativos orientados con ese objetivo, enseñar a priorizar el ahorro y planificar los gastos a fin de usar inteligentemente los recursos financieros.

El rol fundamental de las empresas de la economía social es el bien común velar porque cada persona que la compone vea su empresa como una bendición que provee para elevar su calidad de vida, conciencia plena de que su principal objetivo es dar soluciones a corto, mediano y largo plazo que redunde en una economía personal sana donde lo más importante sea el bienestar del ser humano.  

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.(Filipenses 4:19).