Jamás Seremos Minoría Licda. Xiomara Nuñez de Céspedes.

Solo la sumisión social política o económica, convierte a la mujer en grupo minoritario, ya que estadísticamente este concepto sería imposible. Siempre han oído decir que somos más de la mitad de la población del mundo y que parimos la otra mitad.
Tratar de que nosotras nos veamos como minoría al reclamar nuestros derechos inalienables de ser tratadas con justicia y equidad no es más que una pésima estrategia del machismo. Ser mujer no es ser discapacitada (mil disculpas para las personas con discapacidad), ni tener una deficiencia mental, a menos que los parámetros para  medir estas limitaciones hayan cambiado. Supeditar los reclamos de la igualdad de trato a una causa de minorías es una irresponsabilidad de todos los sectores comprometidos con la justicia.
En estos días han estado sonando voces que reclaman igualdades y ciertos privilegios, no me interesa juzgar sin son reales o necesarios, sin embargo debemos establecer que la trayectoria de luchas por la equidad de hombres y mujeres no debe compararse con los reclamos de minorías.
La UNESCO declara que: La búsqueda de la igualdad de género es un elemento central de una visión de la sostenibilidad en la cual cada miembro de la sociedad respeta a los demás y desempeña un papel que le permite aprovechar su potencial al máximo. La amplia meta de la igualdad de género es una meta social a la que la educación y las demás instituciones sociales deben contribuir. La discriminación de género está imbricada en el tejido de las sociedades. En muchas sociedades, las mujeres llevan la carga principal de la producción de alimentos y la crianza de los niños. Además, las mujeres a menudo son excluidas de las decisiones familiares o comunitarias que afectan a sus vidas y bienestar.
La cuestión de género debe ser considerada prioritaria en la planificación de la educación, desde las infraestructuras hasta el desarrollo de materiales o los procesos pedagógicos. La participación total y equitativa de las mujeres es vital para asegurar un futuro sostenible porque:
·         Los roles de género son creados por la sociedad y se aprenden de una generación a otra;
·         Los roles de género son constructores sociales y se pueden cambiar para alcanzar la igualdad y la equidad entre las mujeres y los hombres;
·         Empoderar a las mujeres es una herramienta indispensable para hacer avanzar el desarrollo y reducir la pobreza;
·         Las desigualdades de género socavan la capacidad de las niñas y mujeres de ejercer sus derechos;
·         Asegurar la igualdad de género entre niños y niñas significa que ambos tienen las mismas oportunidades para acceder a la escuela, así como durante el transcurso de sus estudios.
La vida no es igual para todas las persona, en un mundo de desigualdad muchos de los logros han sido obtenido a través de luchas y esfuerzo, sin lugar a duda hemos avanzado, sin embargo largo camino nos falta, que nadie nos distraiga comparando luchas y sacrificios que costaron la vida y las familias de valiosas y valientes mujeres.


Las 21 leyes irrefutables del liderazgo John C. Maxwell


La verdadera medida del liderazgo es la influencia, nada más ni nada menos. La ex primera ministro británica, Margaret Thatcher observó:
«Estar en el poder es como ser una dama. Si tienes que decirle a la gente que lo eres, no lo eres». Si observa las dinámicas entre la gente en prácticamente cada aspecto de la vida, verá que algunas personas lideran y otras siguen, y notará que la posición y el título poco tienen que ver con quien realmente está a cargo.
Siendo este el caso, ¿por qué algunas personas emergen como líderes, mientras que otras no pueden influenciar a los demás, sin importar cuánto se esfuercen en hacerlo? Creo que varios factores juegan un papel importante:
Carácter: quienes son
El verdadero liderazgo siempre comienza con la persona interior. Por esa razón, alguien como Billy Graham puede atraer más y más seguidores con el paso del tiempo. La gente puede percibir la profundidad de su carácter.
Relaciones: a quienes conocen
Usted sólo es líder si tiene seguidores, y eso siempre requiere el desarrollo de relaciones, mientras más profundas sean las relaciones, más fuerte es el potencial para el liderazgo. Cada vez que yo comenzaba en un nuevo puesto de liderazgo, comenzaba a entablar relaciones inmediatamente.
Entable suficientes relaciones buenas con la gente adecuada, y usted puede llegar a ser el verdadero líder en una organización.
Conocimiento: lo que saben
La información es vital para un líder. Usted necesita comprender los hechos, saber los factores envueltos, y tener una visión para el futuro. El conocimiento por sí solo no hará líder a nadie, pero no se puede ser líder sin él. Siempre pasé mucho tiempo estudiando una organización antes de tratar de dirigirla.
Intuición: lo que sienten
El liderazgo exige más que un simple dominio de datos. Demanda la capacidad de manejar muchas cosas intangibles (tal como lo explico en el capítulo de la Ley de la Intuición).
Experiencia: donde han estado
Entre más grandes hayan sido los retos que ha enfrentado en el pasado, más probabilidades habrá de que los seguidores le den una oportunidad. La experiencia no garantiza la credibilidad, pero motiva a las personas a darle una oportunidad de probar que es capaz.
Éxitos pasados: lo que han hecho
Nada convence mejor a los seguidores que un buen historial. Cuando fui a dirigir mi primera iglesia, no tenía historial. No podía señalar buenos éxitos pasados que hicieran que la gente creyera en mí, pero cuando fui a mi segunda iglesia, ya tenía unos cuantos. Cada vez que me esforzaba, corría un riesgo, y tenía éxito, los seguidores tenían otra razón de confiar
en mi capacidad de líder y escuchar lo que yo tenía que compartir.
Capacidad: lo que pueden hacer
Lo básico para los seguidores es lo que el líder sea capaz de hacer. Esa es la razón principal por la que la gente lo escuchará y lo reconocerá como su líder. Tan pronto dejen de creer en usted, dejarán de escucharlo.
(Extracto del libro)
Introducción de autor
Cada libro es una conversación entre el autor y el individuo que lo lee. Algunas personas toman un libro esperando encontrar un poco de ánimo. Otras devoran la información del libro como si estuvieran asistiendo a un seminario intensivo. Otras más, encuentran en sus páginas un mentor con el que pueden reunirse diariamente, semanalmente o mensualmente.
Lo que me encanta al escribir libros es que me permite «hablar» a muchas personas que nunca podré conocer en persona. Es por eso que tomé la decisión en 1977 de convertirme en autor. Mi deseo de darles más valor a las personas era tan apasionado que me inspiró a escribir. Esa pasión todavía está en mí hasta la fecha. No son muchas las cosas que me gratifican más que estar de gira, encontrarme con alguien que nunca había conocido antes y que me diga: «Gracias. Sus libros realmente me han ayudado». ¡Por eso escribo e intento seguir haciéndolo! A pesar de la gran satisfacción de saber que mis libros les han ayudado a las personas, también hay una frustración que conlleva el ser autor. Una vez que un libro ha sido publicado, se congela en el tiempo. Si usted y yo nos conociéramos personalmente y nos reuniéramos semanalmente o mensualmente para hablar acerca del liderazgo, cada vez que nos reuniéramos, le compartiría algo nuevo que he aprendido. Yo sigo creciendo como persona.
Leo constantemente. Analizo mis errores. Converso con grandes líderes para aprender de ellos. Cada vez que usted y yo nos sentáramos a hablar le diría: «No creerías lo que acabo de aprender».
Como conferencista y orador, con frecuencia enseño los principios que presento en mis libros y constantemente estoy actualizando mi material.
Utilizo nuevas historias. Refino mis ideas. Y con frecuencia tengo una mejor perspectiva al pararme frente a una audiencia. Sin embargo, cuando vuelvo a los libros que he escrito previamente, me he dado cuenta de lo que he cambiado desde que los escribí. Eso me frustra, porque los libros no pueden crecer y cambiar junto conmigo.
Es por eso que me emocioné cuando mi editorial, Thomas Nelson, me pidió que revisara Las 21 leyes irrefutables del liderazgo para una edición especial de décimo aniversario. Cuando escribí el libro originalmente, lo hice para responder a la declaración: «Si yo pudiera reunir todo lo que he aprendido sobre el liderazgo durante todos estos años y lo resumiera en una lista breve, ¿cuál sería?» En papel escribí lo esencial del liderazgo, comunicado de la forma más sencilla y clara posible. Tan pronto el libro salió a la venta y apareció en cuatro listas diferentes de éxitos de librería, me di cuenta de que tenía el potencial de ayudar a muchas personas para que fueran mejores líderes….