Incidencia y Liderazgo

Licda. Xiomara Nuñez de Céspedes

Incidencia es el conjunto de actividades encaminadas a sensibilizar y comprometer a los responsables de la toma de decisiones, respecto a un problema o situación determinada,  con miras a producir cambios en las políticas y a mejorar una situación adversa en las condiciones organizacionales de los grupos o personas proponentes.



En Rep. Dominicana existe un amplio porcentaje de mujeres jefas de hogar con empleos mal pagados  o propietarias de pequeños negocios en el sector informal, esto trae como consecuencia que dichas familias carecen de los elementos básicos en el área de seguridad social o acceso a servicios de salud.

La incidencia política es un proceso que contempla la realización de un conjunto de acciones políticas por parte de las  organizaciones o personas interesadas en promover un cambio. 
Estas acciones están dirigidas a influir en personas con poder de decisión, para transformar las relaciones de poder, en beneficio de la sociedad. 
El propósito de este proceso es lograr cambios específicos que beneficien a la población o a los sectores involucrados en el proceso.

Una de las maneras de garantizar empleos de calidad, que tomen en consideración la situación especial de las mujeres en su entorno cultural, económico y político, es desde la Economía Social. No obstante, se requiere que las mujeres asuman el liderazgo en la promoción de empleos que se ajusten a sus necesidades y que desde la equidad les permitan avanzar hacia sociedades más justas y equitativas. En el colectivo de mujeres que integran la Economía Social, existe un escaso desarrollo del liderazgo, lo que afecta de manera significativa el acceso a oportunidades en la totalidad de esta población.

Las mujeres tienen la necesidad de elaboran propuestas y defender las mismas, propuestas encaminadas a mejorar las condiciones laborales, el acceso al crédito en condiciones que se adecuen a las condiciones especiales en las que se desenvuelven.
No se trata de tratos privilegiados, más bien se trata de equilibrar la balanza para disminuir los efectos de la crisis en el colectivo de mujeres.

Es necesario que sean las mismas afectadas quienes mediante su liderazgo, incidan en la formulación de políticas públicas que faciliten el acceso de las mujeres a empleos de calidad con un alto componente de solidaridad, como el que ofrecen las empresas de la Economía Social. Para poder alcanzar ese fin, las mujeres deben ser capacitadas en temas que traten el liderazgo y la incidencia política desde la Economía Social, que no solo les doten de herramientas de gestión y de administración pública, sino que también les ayude a diseñar estrategias conjuntas  para hacer llegar sus demandas hasta los que toman las decisiones, y que los temas que consideren relevantes, sean puestos en la agenda pública.
Debemos fortalecer los programas de educación en incidencia y liderazgo a fin de las mujeres se empoderen y aporten significativamente con propuestas que transformen su calidad de vida y la de sus familias.


Se levanta cuando todavía estaba oscuro, y da comida a su familia y parte de sus doncellas. Considera la heredad y la compra, de sus ingresos, planta una viña. Ella se ciñe con fuerza, sus brazos son fuertes para el trabajo. – Proverbios 31: 15-17

El Necesario Apoyo a la juventud

Licda. Xiomara Nuñez de Céspedes.

Recientemente estuve como facilitadora en un Taller para Jóvenes Emprendedores de San Juan de La Maguana, Cooproenf cumpliendo con su programa de bienestar social aporto los recursos para dicho evento.
Quede gratamente sorprendida con la creatividad y disposición de la juventud nacional, poder oír sus ideas de negocios me convenció de que no todo está perdido, que existe un sin número de acciones que podemos hacer desde las cooperativas que mejoren la calidad de vida de nuestros conciudadanos.

Las autoridades no dan abasto para cubrir las necesidades de una población cada vez más grande y demandante, se hace más que necesario que todos los sectores aporten su granito de arena. Enseñar a la juventud a implementar y formalizar sus ideas de negocio es también una oportunidad para explicarle las ventajas del cooperativismo.

Existe  una gran cantidad de literatura sobre emprendimiento que prepara  a los que aspiran a emprender en  cómo hacer planes de negocio para conseguir financiamiento proveniente de supuestos inversionistas, tal y como lo hace la tradición norteamericana de enseñanza del emprendimiento, la realidad de negocios nos dice que inclusive en los países desarrollados los proyectos emprendedores inician con sus recursos financieros propios y normalmente muy escasos.
Los créditos destinado a este reglón de la economía son escasos o no dan abasto para la demanda por parte de un sector de la población que no cuenta con historial positivo de crédito y mucho menos con referencias comerciales, es así como mueren cientos de ideas de buenos negocios que pudieran transformar las vidas de sus ideólogos o sustentantes junto a sus comunidades.
 
Las cooperativas tienen aquí una gran oportunidad no solo de hacer negocio sino más bien de transformar ese sector de la población en personas útiles alejadas de la delincuencia y la corrupción por dadivas que tanto abunda entre la juventud.
No se trata de dar créditos porque si, más bien es crear un departamento que de orientación y ayuda a desarrollar las ideas de la juventud con inquietudes para emprender, que los adiestres y depure las ideas ayudando a viabilizar las mismas.

A raíz de una serie de entrenamientos que se recibieron a través del programa de colaboración de la Escuela Andaluza de Economía Social y el CONACOOP fueron muchos los jóvenes que se capacitaron, sin embargo no existe un seguimiento o replica de dicho proyecto, es un buen momento para retomarlo y marcar una diferencia entre las empresas financieras y las empresas de economía social.
 La juventud está esperando esa mano amiga del cooperativismo que le muestre de manera tangible los principios y valores que hacen del cooperativismo la mejor opción para la trasformación en una sociedad más justa y una mejor distribución de las riquezas y oportunidades.

“Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas.”1 Pedro 4.10