Violencia Contra las Mujeres


Decálogo para el tratamiento periodístico de la violencia contra las mujeres
Es correcto utilizar los siguientes términos: violencia contra las mujeres, violencia de género y violencia machista, expone el primer punto

Periodistas de Argentina en Red (PAR) por una Comunicación No Sexista, un colectivo de 150 profesionales de diversos medios fundado en 2006 por iniciativa de la asociación civil Artemisa Comunicación, difunde un decálogo para el tratamiento informativo de la violencia contra las mujeres, incluido como material de trabajo para la prensa en la reunión realizada por la Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem) en noviembre de 2008.

1.- Es correcto utilizar los siguientes términos: violencia contra las mujeres, violencia de género y violencia machista.

2.- La violencia de género es un delito, en tanto y en cuanto constituye una conducta antijurídica que debe ser prevenida y sancionada. Es un problema social, un atentado contra el derecho a la vida, la dignidad, la integración física y psíquica de las mujeres. Es en definitiva, una cuestión concerniente a la defensa de los derechos humanos.

3.- Desterramos de nuestras redacciones la figura de «crimen pasional» para referirnos al asesinato de mujeres víctimas de la violencia de género. Los crímenes pasionales no existen

4.- Lo importante es proteger la identidad de la víctima, no la del agresor. Dejar en claro quién es el agresor y quién es la víctima, y señalar cuáles pueden ser las actitudes y situaciones que ponen en riesgo a la mujer en una relación violenta.

5.- Hay informaciones que pueden perjudicar a la víctima y a su entorno. No siempre es conveniente identificarla. Es ofensivo para la víctima utilizar diminutivos, apócopes, apodos, etc. para nombrarla.

6.- Nunca buscaremos justificaciones o motivos que distraigan la atención del punto central: la violencia.

7.- Es imprescindible chequear las fuentes, sobre todo las oficiales.

8.- Mantener el tema en agenda, denunciando la violencia en todas sus expresiones: psicológica, económica, emocional, sin esperar la muerte de las mujeres. Abordar el relato de los hechos tomando en consideración su singularidad, pero también aquello que lo asemeja a otros casos. Eso permitirá abandonar consideraciones tales como «otro caso de»…., «un caso más de…», evitando un efecto anestesiante.

9.- Tener especial cuidado con las fotos e imágenes que acompañan las notas. Respetar a las víctimas y a sus familias, alejarse del sexismo, el sensacionalismo y la obscenidad. Nunca robar imágenes o audio a la víctima. Cuando se musicaliza, no usar temas que remitan al terror, ni que contengan letras que hablen de «amores enfermos» o celos.

10.- Siempre incluiremos en la noticia un teléfono gratuito de ayuda a las víctimas y cualquier otra información que les pueda ser útil.

Además, PAR, que coordina la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG), logró introducir en la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual de la República Argentina, aprobada en octubre de 2009, la violencia contra las mujeres en un apartado de los objetivos de la norma: “Promover la protección y salvaguarda de la igualdad entre hombres y mujeres, y el tratamiento plural, igualitario y no estereotipado, evitando toda discriminación por género u orientación sexual”. Durante el XIX Congreso de AMMPE, la integrante de PAR e informadora en el diario argentino Página12 Mariana Carbajal abogó por el ejercicio de “un periodismo de género con incidencia social” para instalar conceptos y miradas igualitarias entre los medios de comunicación y las instituciones públicas como, en un ejemplo similar al tratamiento de la violencia contra las mujeres, la difusión del aborto no punible en el marco de los derechos sexuales y reproductivos de la población femenina en un “primer paso para su autonomía y emancipación”.

(Fuente: periodismohumano.com)

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