Así que, todas las cosas que quisierais
que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos;
porque esta es la ley y los profetas. Mateo 7:12
Anoche era
una noche de mucha intensidad, se iba el tiempo en acomodar lo rutinario con lo
imprevisto ante una amenaza de tormenta, comprar en el supermercado abarrotado
de personas asustadas por la proximidad de la tormenta, conducir en calles llenas
de individuos tratando de llegar a tiempo para ver las noticias, en fin era el
caos, sin embargo más tarde que temprano llego el momento de dormir, no sin
antes repasar los preparativos para cumplir los compromisos del día siguiente y
encomendarnos a Dios para que nuevamente nos proteja sin importar lo mucho que
le fallamos cada día.
En medio
de la noche surge lo indeseado, mi perra una Rottweiler enorme a quien llamamos Perla comienza a ladrar
angustiosamente, corre, ladra y golpea con sus patas algo en el patio,
despertamos, encendemos las luces esperamos un poco, pero ella continua, contra
todo lo que se debe hacer nos levantamos y terminamos por salir al patio
armados, aunque no lo creas, con un palo de escoba, cuando nos acercamos vemos
la escena más conmovedora del mundo:
Perla
angustiada porque nuestra Gata había quedado atrapada debajo de una enorme
ponchera y daba vueltas y gritos tratando de salir, se había golpeado y casi moría
de desesperación, en eso por fin con sus patas pudo tirar el pesado recipiente
y con su hocico tomo la espantada Gata y la llevo corriendo hasta su casita del
patio y allí comenzó a lamerla sin permitir que nos acercáramos. Pensamos no va
a sobrevivir….
Cuanta
solidaridad en un animal, es toda una lección para los humanos, que nos
peleamos y atropellamos por cualquier motivo cierto o no, que pasamos mirando
hacia otro lado para no ver las necesidades de nuestro prójimo, la canina no se
detuvo a repasar las veces que se habían peleado por el plato de la comida, no la vio
como su enemiga natural, no hizo memoria de las veces que una duerme dentro de
la casa y la otra fuera, solo vio que la necesitaba, que estaba atrapada y necesitaba
liberación, sin importar que su estilo de vida nocturna e irresponsable la hubiera
metido en problemas, su instinto solo la hizo reaccionar para ayudar.
Cuanto
podemos aprender de este evento:
1.
La
ayuda es incondicional, se da cuando se necesita, antes o después no tiene razón
de ser.
2.
Has
bien sin mirar a quien, aun nuestros enemigos naturales pueden ser
beneficiarios de una noble acción.
3.
El mejor
cuidado se da con todo lo que tienes, las manos, la voz, el corazón, la atención,
el cariño, etc.
4.
Pide
ayuda para ayudar, si no llega arriésgate a hacerlo sola…
5.
No ignores
al que necesita tu favor, piensa que mañana podrías ser tu quien necesites.
Contra todos los pronósticos
la golpeada Gata sobrevivió, pienso que Dios premio el gran esfuerzo realizado
por la perra.
Yo aprendí de tan noble
gesto, espero que tu también….
Dios te bendiga.
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