Licda. Xiomara Nuñez de Céspedes.
Desde sus orígenes el cooperativismo ha tenido
como propósito principal mejorar la calidad de vida de sus actores, sin duda
alguna todo individuo que milita en una cooperativa lo hace con el interés de
multiplicar sus beneficios y dividir las dificultades en un mundo cada vez más
egoísta e individual.
Últimamente tan
loable propósito se ha visto empañado por un consumismo indetenible de
muchos de los asociados, quienes sin medir consecuencia y seducidos por un afán
de tener cosas materiales que no necesariamente son determinante en ese momento
para mejor su calidad de vida se endeudan de manera tal que pierden la
tranquilidad y el confort que trae consigo la planificación del gasto y el uso
racional de nuestros recursos financieros.
La dirigencia de las cooperativas tienen una
gran tarea por delante: educar, guiar y ayudar a planificar a la membrecía para
que haga uso razonable del crédito.
La educación es lo que distingue en el actuar a
las empresas de economía social, el objetivo es enseñar a la membrecía a ser
responsable aprendiendo a ahorrar para sus proyectos de vida y a posponer la
gratificación para los momentos oportunos.
Los créditos deben ser tomados en serio y bajo
planificación para evitar endeudamientos extremos que depriman la calidad de
vida.
La banca
regular se empeña de manera agresiva en
ofrecer sin medida formas de endeudamiento que son rechazadas por las personas
instruidas en el cooperativismo sano con estándares de conocimiento en el uso
racional del crédito, ellos valoran correctamente las directrices del
cooperativismo descrita en todos sus valores.
Las mujeres que somos en su mayoría las que
manejamos el presupuesto familiar debemos ser objeto de capacitaciones
continuas sobre presupuesto y manejo efectivo de las finanzas, los comité de
educación de las cooperativas tienen un gran reto de hacer llegar la
información oportuna a cada socia con la finalidad de orientarla hacia un
endeudamiento con propósitos que beneficien a las familias.
Son muchas las cooperativas que invierten
tiempo y recursos en orientar a su membrecía sobre el uso de los productos
financieros, sin embargo es una tarea para toda empresa de la economía social
que se sienta responsable del bienestar la misma.
Debemos crear conciencia en la situación
económica actuar, el costo de la vida se ha incrementado de manera exorbitante
dejando sin capacidad de pago a la mayor parte de la población trabajadora, es
ahora donde se hace imprescindible un plan personal que permita mantener el nivel
de vida, sin incurrir en deudas que
acaban resultando imposibles de pagar.
Lo bueno es que se puede ayudar a la membrecía
a reorganizar y sanear su economía, a través de programas educativos orientados
con ese objetivo, enseñar a priorizar el ahorro y planificar los gastos a fin de
usar inteligentemente los recursos financieros.
El rol fundamental de las empresas de la
economía social es el bien común velar porque cada persona que la compone vea
su empresa como una bendición que provee para elevar su calidad de vida,
conciencia plena de que su principal objetivo es dar soluciones a corto,
mediano y largo plazo que redunde en una economía personal sana donde lo más
importante sea el bienestar del ser humano.
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