Jonas G Lapaix
Cuando
vemos la historia de un caudillo y dictador llamado Rafael Leónidas Trujillo,
quien gobernó la republica Dominicana desde
1930 hasta su asesinato en 1961, vemos un gobierno que se caracterizaba por sus
arrogancias y abusos de poder el cual usó para postrar a toda una nación bajo
sus pies. Rafael Leónidas Trujillo se hacía llamar El Jefe, Benefactor o padre
de la patria. El gobierno que encabezo fue uno de los gobiernos más sangrientos
del siglo XX. Mandaba a matar todo el que se oponía a su régimen, también a las
personas cultas que él veía que podían ser un obstáculo en su depravado
gobierno.
Bajo
el gobierno de Trujillo se asesinaron más de 50,000 personas bajo conocimiento
de quienes vivieron la era del jefe como se llamó su gobierno. También
muchísimas personas desaparecidas que quedaron bajo el anonimato quienes se
sabe que fueron ejecutadas por el régimen verdugo que dirigió en aquella
nación. Trujillo le gustaban que lo alaben, se creía Dios en la tierra, todo lo
que él quería lo lograba por las buenas o por las malas, si alguien se oponía a
que el lograra sus caprichos lo quitaba del medio. En fin, le gustaba que le
rindan culto a su personalidad.
Un
día salí a comer a un restaurant con un hermano que visitaba la ciudad de New
York. Este hermano a quien admiro y respeto es el fundador de un ministerio
digno de imitar, en nuestra conversación hablábamos del grave problema en la Iglesia del señor, y
hablamos algunos puntos que hoy en día arropan nuestras iglesias entre los
cuales tocamos el robarle la gloria a Dios, abuso de poder, lideres asesinos de
ministerios, la falta de amor en el pueblo de Dios, el orgullo, entre otros.
De lo
mucho que hablamos aquella tarde, el hermano me dijo unas palabras que hasta el
día de hoy recuerdo por ser ciertas. Estas
fueron las palabras textuales que me dijo el hermano. “Jonás no te sientas mal, pero en la mayoría de cada dominicano hay un
pequeño Trujillo dentro”. El hermano me pidió disculpas antes de expresarse
porque yo también soy dominicano y el no lo es. Trajo este tema a relucir a
nuestra conversación por situaciones que pasan en algunas iglesias, ya que
viven historias muy parecidas a la Era del Jefe en las cuales también hay autores
dominicanos incluidos. Aunque se que los autores de la Era del Jefe en las
iglesias no son solo dominicanos, me gustaría hablar de nosotros los
dominicanos para no herir sentimientos a mis hermanos de otras naciones. Aunque
también pudiera hablar sobre:
Chile
|
Augusto
Pinochet
|
1973-1990
|
Panamá
|
Manuel
Antonio Noriega
|
1983-1989
|
Nicaragua
|
Anastasio
Somoza
|
1937-1947;
1950-1956
|
Honduras
|
Tiburcio
Carias Andino
|
1933-1948
|
México
|
Porfirio
Díaz
|
1876;
1877-1880; 1844-1911
|
Cuba
|
Fidel
Castro
|
1959-hasta
ahora
|
Haití
|
Francois
Duvalier
|
1957-1971
|
Entre otros.
Pero en este
momento vamos a hablar de “La era del Jefe” en Republica Dominicana haciendo un
símil con nuestras iglesias.
Como
cristiano sufro al ver los trujillos en las iglesias de hoy gobernando basados
en sus creencias y caprichos, y no basados en lo que dice las santas
escrituras. Aunque tenemos que tener muy en cuenta que todo esto tiene que
pasar para que la escritura se cumpla, no debemos olvidarnos lo que dice la
Biblia al respecto. El Salmos 10:4 es claro al explicarnos que los orgullosos
están tan llenos de sí mismos que sus pensamientos están lejos de Dios. “El
malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de
sus pensamientos.” Esta clase de orgullo altanero, es lo opuesto al espíritu de
humildad que Dios busca: “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de
ellos es el reino de los cielos.” (Mateo 5:3). Los “pobres de espíritu” son
aquellos que reconocen su total bancarrota espiritual y su inhabilidad para venir
a Dios aparte de Su divina gracia. Los orgullosos, por otra parte, están tan
cegados por su soberbia, que piensan que no tienen necesidad de Dios o aún
peor, que Dios debe aceptarlos como son, porque ellos merecen ser aceptados.
El
Jefe en la iglesia cree que todo lo merece ya que el no está para nadie pero
todos los feligreses tienen que estar para él. Trujillo hacia lo mismo ya que
el que no se convertía en un títere de sus caprichos era aniquilado, era
quitado del medio y era enterrado muchas veces en una fosa común. Podemos ver a
nuestros hermanos sufrir y aunque no sean muertos literalmente, si
espiritualmente son aniquilados y en otros casos enterrados en fosas comunes ya
que hay muchos de nuestros compatriotas del reino de los cielos que han sido
mutilados y no se han podido levantar porque un día pusieron su confianza en un
hombre quien lleva un Trujillo dentro y no en Dios quien es perfecto por los
siglos de los siglos. También vemos a otros que se mantienen en un letargo
espiritual ya que se han detenido a mirar las faltas al sistema de la era del
jefe y piensan que tiene que haber un cambio en el sistema para ellos
reafirmarse en el Señor, no sabiendo que esto solo se va a cambiar con la
venida de nuestro Señor Jesucristo a esta tierra.
Muchas
de las veces fuimos nosotros los que endiosamos al jefe, dándole la gloria que
no le pertenece, ya que la gloria le pertenece solo a Dios. Mis queridos
hermanos debemos amar y respetar nuestros líderes, trabajar al lado de ellos,
pero no darle ninguno de los meritos que solo le pertenecen a Dios. Ya que Dios
no comparte su gloria con nadie, así que debemos de saber cuál es la línea
divisoria entre Dios y el hombre. Trujillo fue un simple guardia que endiosaron
sus colegas y luego hasta los mismos que le dieron esa autoridad fueron
maltratados por aquel simple guardia quien se convirtió en verdugo. He podido
ver hermanos que han querido llevar a sus jefes al nivel o por encima de Dios,
y luego ellos mismos ser pisoteados, maltratados y asesinados a nivel
espiritual por el mismo que un día adoraron olvidándose de quien merece toda adoración
que es Dios.
También
existe el caso de personas que no se convierten en títeres de los caprichos del
jefe, otros motivados por el poder de Dios delatan el error del sistema. Lo más
triste es que estos aunque saben que están correctos hacer lo que sienten a la
luz de la palabra, para el jefe y sus limpia sacos son los enemigos número uno
del régimen o en el régimen también son llamados rebeldes, una de las palabras
favoritas del sistema. Qué cree usted que pasa con estos hermanos por delatar
el error? Son asesinados también. A veces lo asesinan solos, o lo echan en una
de las fosas comunes que están llenas de muertos espirituales, ministerios
asesinados, talentos apagados, donde hay una podredumbre y un mosquero por
todos los muertos que el régimen ha matado sin acordarse que de Jehová es el
mundo y su plenitud y que un día tendrán que comparecer el jefe junto a sus
allegados y funcionarios ante la presencia de Dios a dar cuenta de cada una de sus obras. Qué pena que el jefe
y sus allegados piensan que todo el mundo está mal y que él es el único que
está bien. Como van a estar mal esas 50,000 personas muertas por el sistema en
la Era del Jefe, y solo un grupito bien? Abramos los ojos pueblo.
Antes
de concluir me gustaría exhortarle a esos jefes y títeres del sistema que se
arrepientan ya que aún queda tiempo. Me gustaría que se quiten ese velo que hay
sobre sus rostros para que vean que están liderando una iglesia comprada a
precio de sangre santa y pura que fue derramada por Cristo para remisión de los
pecados nuestros. Vamos a retar lo que dijo mi amigo y hermano, y vamos a orar
para que aunque seamos dominicanos, colombianos, mexicanos, hondureños, o de
otra nación no llevemos ese Trujillo dentro ya que cuando venimos a los pies de
Cristo no pertenecemos a una ciudadanía terrenal sino una celestial. Recordemos
que el jefe es Dios, y la era del Jefe en la Iglesia tiene que ser la presencia
del Espíritu Santo redarguyéndonos en nuestras vidas. Si nos dejamos guiar por
la presencia del Espíritu Santo esos muertos espirituales y ministerios
aniquilados le vamos a ir a dar vida en el nombre de Cristo. Retractémonos
hermanos y no vivamos esa era pasada, más bien una era presente ya que somos
nuevas criaturas en Cristo Jesús.
Dios les bendiga
1 comentario:
This is my own experience in 40 years in churchs. God bless all
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