2017 Nos
encuentra a un escaso paso más adelante que el 2016 en el cual se lograron
algunos avances en materia legislativa y las firmas de convenios
internacionales en favor de la igualdad de género, un pequeño paso nos da esperanza pero más que
nada nos invita a seguir enfrentando con más firmeza los desafíos que tenemos
por delante hasta conseguir la equidad en el plano social y legislativo.
Los retos de este año siguen siendo la Eliminación
de la Violencia contra las mujeres y las niñas, este flagelo que merma la
población femenina y coloca el país entre los primeros lugares con la tasa más alta
de embarazos en la adolescencia, a un alto costo de recursos y calidad de la
salud femenina, la creación e
implementación de leyes que prioricen las necesidades de los más empobrecidos a
fin de redistribuir las riquezas en la nación y políticas de servicios que
mejoren la calidad de vida de las personas.
El empoderamiento de las mujeres sigue estando mas
en papeles que en los hechos, solo enarbolado por las instituciones con el fin
de tener acceso a los fondos destinados por las naciones más avanzadas en ese
aspecto, mismos que son desviados en su mayoría cuando llegan a ellas, no es
secreto, es fácilmente demostrable,
apenas una de cada cinco legislador es mujer en el mundo actual. De ahí la
necesidad que tenemos las líderes de estar debidamente informadas y
documentadas a fin de vigilar y evidenciar el uso de fondos o los cargos que
les corresponde legítimamente a las mujeres para su formación, desempeño y
desarrollo.
Otro de los grandes retos en el ámbito político lo
es las designaciones de las mujeres a los cargos electivos, las últimas
elecciones dan cuenta de la violencia ejercida contra las mujeres quienes
fueron víctimas de pactos que las despojaron de cargos legítimamente ganados a
fuerza de trabajo y liderazgo bien usado. Las capacidades de las mujeres en esta área no son cuestionadas
más que en el actuar de negociar su participación a fin de lograr empoderarse y
no ceder ante la presión de los acuerdos extra partidos.
La brecha digital es otro de los grandes retos a
vencer sobre todo a las de mediana edad, es decisiva la implementación de
campañas y capacitaciones que ayuden a cerrar dicha brecha, haciendo conciencia
de que el uso de la tecnología va más allá del acceso a las redes sociales.
El gran reto lo representa el empoderamiento económico,
las mujeres siguen siendo las más perjudicadas en la asignación de los
salarios, todavía siguen siendo dueñas de los empleos más inestables y menos
rentables dicha práctica las mantiene el peor reglón de la pobreza, de acuerdo
a la ONU las mujeres necesitaran más de 70 años para lograr la equidad en los
salarios y ni mencionar el poder asesar a los grandes créditos en aras de
desarrollar proyectos a gran escala. Siempre que se habla de financiamiento
para las mujeres se habla de micro-crédito como si fuéramos micro personas, sin
grandes planes ni sueños.
Marzo es el mes para evaluación de la situación de
la mujer, las barreras que impiden su pleno empoderamiento y la distancia que
resta por recorrer hacia la equidad, muchas de las cuales afrontan cada vez con
más intensidad nuevos desafíos como el cambio climático y la migración.
Necesitamos la participación de todas las personas e instituciones para promover
leyes y políticas orientadas a fortalecer las oportunidades económicas y
sociales de las mujeres, el acceso en pie de igualdad a los salarios y servicios
que mejoran su subsistencia, como el agua, la energía, el transporte y las
tecnologías.
El progreso se construye con la equidad como
base, no es lícito para ninguna nación vivir de espalda a la desigualdad en que
habita más de la mitad de su población.
No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay
hombre ni mujer; porque todos sois uno en
Cristo Jesús. Gálatas 3:28
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