Licda. Xiomara Núñez de Céspedes.
En la actualidad y según la
Alianza Cooperativa Internacional, el cooperativismo mundial cuenta con más de
900 millones de personas, organizadas en cientos de miles de cooperativas
en casi todo el mundo.
Las empresas cooperativas no
solo son instrumentos en las manos de sus miembros para proteger sus intereses
económicos o asegurar servicios a bajos precios o mejores intereses, ellas
tienen la gran responsabilidad de educar a sus miembros para mejorar su calidad
de vida.
Existe consenso en que la educación es más
importante que el capital, lo que equivale a decir que como resultado de la
educación se obtiene un Talento Humano que no es más que el sistema de
conocimientos, habilidades y valores que se integran en el sujeto, como
resultado de la formación general y específica que le permite transformar la
realidad y auto transformarse a sí mismo; la formación general como el
resultado de las influencias educativas que el sujeto se apropia durante toda
su vida y la formación específica todas las influencias formativas que el
sujeto se apropia específicamente para resolver problemas profesionales y
técnicos de la producción y los servicios.(Alfonso, P. 39)
La educación,
(del latín educere "guiar, conducir"
o educare "formar, instruir") puede definirse como:
- El proceso multidireccional mediante el cual
se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación
no sólo se produce a través de la palabra: está presente en todas nuestras
acciones, sentimientos y actitudes.
- El proceso de vinculación y concienciación cultural, moral y conductual. Así, a través de la educación,
las nuevas generaciones asimilan y aprenden los conocimientos, normas de
conducta, modos de ser y formas de ver el mundo de generaciones
anteriores, creando además otros nuevos.
- Proceso de socialización
formal de los individuos de una sociedad.
- La educación se comparte entre las personas
por medio de nuestras ideas, cultura, conocimientos, etc. respetando
siempre a los demás. Ésta no siempre se da en el aula.
Las
instituciones cooperativas a través de la educación ayudan a formar las
actitudes y la conducta de los socios por medio de la información, la
investigación, los programas de desarrollo personal, la formación
cooperativa y otras actividades, menos
tangibles pero igualmente penetrantes, como divulgar y abogar por nuevos
valores e ideas, tienen el potencial para generar un cambio positivo en la dinámica de vida de los miembros.
El Comité de Educación es la
estructura encargada de la formación en
la entidad para la educación de los asociados.
.
El sistema educativo cooperativo, mediante
proyectos formativos y otras formas, en las cooperativas se encarga de que cada
miembro reciba las herramientas necesarias para aprender a usar de manera
racional los recursos sociales y financieros que posee.
Teniendo en cuenta esta
necesidad y las particularidades que a su interior tiene la entidad
cooperativa, por su carácter cooperativo, solidario, democrático y participativo,
se considera que para dinamizar y llevar a vías de efecto este modelo se
requiere de una estructura que sea capaz de resolver los problemas internos de
capacitación y orientarse más adecuadamente en sus relaciones con los factores
externos que inciden y tiene responsabilidades frente a la capacitación de los
cooperativistas.
La Cooperativa debe servir a
la sociedad y uno de sus objetivos ha de ser producir, incorporar, asimilar y
reproducir saberes académicos, asimilar
tecnologías y las nuevas prácticas cooperativas y mutuales, así como sus
modernas tendencias y desafíos, auscultando sobre la carne viva de la realidad,
los problemas socioeconómicos que aparecen constantemente, intentando hermanar
rigor y prontitud en el diagnóstico de las cambiantes situaciones; vivificando
en definitiva a la cultura cooperativa a través de un contacto permanente con
las cuestiones más candentes y las inquietudes de mayor actualidad (educación,
trabajo, vivienda, consumo, servicios públicos –agua potable, energía, gas,
transporte, minifundios, etc.).
La educación cooperativa
consiste básicamente en la adquisición del hábito, de la pericia y la
pertinacia de pensar, ver, juzgar, actuar y evaluar de acuerdo con los
principios cooperativos y su marco de acción.
El desempeño cooperativo
esta basado en la inversión en educación
que hacen las empresas cooperativas.
Entonces, sin educación, sin
participación, sin legitimidad, sin control interno ni externo podemos
considerar abstracto y puros eufemismos toda propuesta académica sobre
valores cooperativos como : su
democracia, justicia distributiva, libre membresía, integración, autonomía,
independencia, interés por la comunidad, aspectos que solo podrán lograrse
satisfactoriamente a partir del momento que los asociados a una
cooperativa `sepan de que se trata
cuando se habla de empresas cooperativas; cuando sepan y tengan `memoria
activa de cual es el origen, el
espíritu, la organización, el funcionamiento, la perspectiva y la prospectiva
de este modo solidario e iterativo peculiar de la economía social tendremos
miembros activos y concientes
Si ello, tendremos un gran
número de Socios y Socios cojeando y otras tanto desaparecidos a pesar de las
estadísticas oficiales, provinciales, nacionales e internacionales.
Los principios cooperativos dados en
Manchester por la Asociación Internacional de Cooperativas en 1995: 1) Libre membresía; 2) Democracia
cooperativa –un hombre, un voto-; 3) participación económica de todos los
asociados y justicia distributiva; 4) Autonomía e independencia de toda
ingerencia política; 5) Educación, información y capacitación; 6) Integración
de la cooperación entre cooperativas y; 7) Compromiso e interés con la
comunidad; este marco axiológico admirable, estas recicladas reglas
rochdalianas no pueden ofrecer –por sí mismas- más que la autenticidad formal
de una empresa cooperativa, es que su carácter realmente cooperativo depende
principalmente de la presencia de personas físicas con espíritu cooperativo.
Definitivamente, una
cooperativa sin cooperativistas, es decir sin mujeres, hombres y jóvenes de
carne y huesos que sientan la ética cooperativa y la traduzcan en eficiencia y
normas éticas y equitativas de conducta, siempre será frágil y no podrá
desarrollar plenamente el importante rol
social, económico y cultural a que está llamada si no cuentan con una educación
real, actual y efectiva.
Las cooperativas tienen la
honrosa función de educar a sus socios para producir en ellos los cambios
necesarios que le provean los conocimientos que redunden en la mejoría de su
calidad de vida, Manejo de Finanzas, autoestima, desarrollo de competencias,
son solo algunos de los temas que han ocupado la atención de nuestros programas
de educación, ha sido norte de nuestra empresa:
Comunicar los principios que
Dios ha establecido, para un mejor desarrollo personal, familiar y social, Asumir la responsabilidad propia como
institución para promover y enseñar los conocimientos necesarios para mejor la
calidad de vida de los asociados y sus familias
Promover los valores
familiares, para fortalecer la sociedad,
Formar integralmente al ser humano, de manera equilibrada y
constante.
Crear una cultura de trabajo
para combatir la mediocridad y llegar a la excelencia. Incentivar el cuidado
integral de las socias y socios, para mejorar su calidad de vida
Enseñar que cada persona es
protagonista de su propia vida, para fortalecer la responsabilidad ética, moral
y civil de cada individuo.
Promocionar soluciones
efectivas, mostrando ejemplos actuales para el desarrollo. Fomentar también la
solidaridad como modelo de convivencia alternativa.
Sabemos que es mucho los que
nos falta por hacer, pero también estamos seguros que mientras queden socios y
socias que necesiten orientación y guiazas para mejorar su calidad de vida
seguiremos trabajando como canal de bendición en cada una de sus vidas. Algunos datos tomados conforme a citas.