Licda. Xiomara Nuñez de Céspedes.
A propósito de la nueva ley cooperativa, las
mujeres cooperativistas tenemos mucho que decir, sin embargo la falta de
coordinación de acciones conjuntas nos han impedido formular de manera correcta
y objetiva los puntos que sin duda se hacen necesarios establecer a la luz de
una nueva legislación.
Debemos prever que las omisiones y la invisibilidad
de la mujer no se apliquen al nuevo
estamento. Sabemos que la intención de todo el sector cooperativo es tener una
ley lo más acabada y democrática posible con el fin de afianzar el desarrollo
de tan importante sector de la economía dominicana.
Reconocer las necesidades estratégicas de género nos lleva a
identificar la posición que la mujer ocupa en la sociedad, baste decir que
estudios diversos evidencian que la satisfacción de las mismas sigue siendo una
deuda histórica. La representación femenina en los órganos de decisión continúa siendo un tema pendiente
para las cooperativas, ya que, aunque ha habido una pequeña mejoría, las
mujeres continúan siendo marginadas en estos espacios.
Tenemos gracias a Dios mujeres que se han
adelantado en países hermanos a promover y hacer proclamar legislaciones que
aunque no están completamente en justicia en cuanto a la participación de la
mujer han avanzado bastante. Salvando por supuesto la diferencia en situaciones
que no son comunes con nuestro país, de hecho la situación es dramática en América donde en algunas naciones la mujer
solo puede ser miembro de una cooperativa si el marido es miembro.
Nos gustaría citar algunos ítems dignos de
valoración para ser tomados en cuenta por la comisión que trabaja en la
reestructuración de la Ley 127-64:
·
Desarrollo de programas al interior de la
Confederación, Federaciones y Cooperativas basados en el respeto a la equidad.
·
Fomento de la identidad cooperativa basada en práctica
de principios y valores desde la equidad.
·
Divulgación, aplicación y sistematización de la
política de equidad de género al interior del sistema cooperativo agropecuario.
·
Establecimiento de programas de créditos que
prioricen las necesidades de las mujeres cabezas de hogar, asegurando su acceso
y uso responsable a los mismos.
·
Incidencia ante las instancias competentes para
satisfacer demandas históricas de asociados y asociadas
·
Gestión de recursos técnicos, financieros y el
desarrollo de esfuerzos de planificación guiados por el respeto a la equidad de
género.
·
Establecer la cuota de pares o lo que es lo mismo
que la dirección de las cooperativa este representada en correspondencia con la
distribución porcentual por género de su membrecía.
·
Pago justo en igualdad de condiciones conforme a sus
competencias a mujeres y hombres que laboran en el sistema cooperativo
remunerando por el trabajo y la responsabilidad que se ejerce y no por la
condición de género de quien lo desempeña.
Sed justos lo
primero, si queréis ser felices. Ese es el primer deber del hombre; y ser
unidos, y así apagaréis la tea de la discordia y venceréis a vuestros enemigos,
y la patria será libre y salva. Yo obtendré la mayor recompensa, la única a que
aspiro, al veros libres, felices, independientes y tranquilos. Juan Pablo Duarte.