BALANCE DEL AÑO
Nuestra percepción en la medida que envejecemos es que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son. Consideramos firmemente que la forma que deberíamos evaluar un año, tendría que ver más con cuanto fuimos capaces de amar, de reír, de aprender y experimentar nuevos conocimientos, de haber desafiado nuestro ego y nuestros apegos.
Por eso no deberíamos tener miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son solo instancias de aprendizaje.
Nos cuesta mucho entender que la vida, que todo lo que nos llega lo hemos provocado (causado) de alguna manera y el cómo vivirla depende totalmente de nosotros, el cómo nos enganchamos con las situaciones que no queremos, y eso depende solo del cultivo de la Voluntad dispuesta a mantener la conexión con Pensamientos y Sentimientos similares, de la misma naturaleza, para realizar los cambios que deseamos. Si nos disgusta la vida que tenemos, deberemos desarrollar las dinámicas y estrategias para modificar nuestra naturaleza interna y esta transformación nos proporcionara la vida que anhelamos. GENEREMOS NUESTRA REALIDAD INTERIOR.
Ser Feliz es una decisión, debemos recordarlo siempre. Entonces con estos criterios debemos preguntarnos qué tenemos que hacer para construir un año optimo, con logros excepcionales, porque todos estamos en el camino del aprendizaje para cada día ser mejores seres humanos y comprender que a la vida venimos a tres grandes experiencias: a Aprender a Amar, a Dejar un Legado (huella) y a Ser Felices. Para esto debemos restablecer el Orden de la Ecuación de la Plenitud: Ser, Estar, Hacer y Tener.
Crear calidez dentro de nuestros hogares y para eso tiene que haber olores a comida, cojines aplastados y hasta manchas, cierto desorden que acuse que ahí hay vida.
Nuestro mayor logro es la conexión con nuestro mundo Espiritual, por lo que todo lo que hagamos tienda establecer ese vínculo y mantenerlo. Tratemos de crecer, florecer, dar frutos multiplicando nuestros dones, madurar y cultivar la alegría de compartir nuestras capacidades y experiencias. La trascendencia y el sentido de todo lo que hacemos tienen que ver con la inteligencia Espiritual.
Tratemos de dosificar la tecnología y demos paso a la conversación, juegos ¨antiguos¨, a los encuentros familiares, a los encuentros con amigos dentro de casa. Valoremos la intimidad, el calor, el abrazo, el amor dentro de nuestras familias. Si logramos trabajar en estos puntos habremos decretado el Ser Felices, lo cual no evita los problemas, pero nos hace entender que la única diferencia entre ser felices o no, es la ACTITUD con la que recorremos nuestro camino y enfrentamos cada situación de nuestras vidas, confrontando lo que nos toca y en como decidamos aprender las lecciones que nos tocan para convertirnos en verdaderos Seres Espirituales, tomando experiencias materiales.
Dicen los que saben, que las alegrías cuando se comparten se expanden y multiplican y que las penas, se contraen y se achican.
Decidamos y generemos Ser Felices cada día de nuestras vidas. Feliz 2015.
“Ha llegado el momento, ya no más espera, a ver qué pasa, a ver que dicen, a ver que hacen, llegó el momento, ahora es la gente la que toma en sus manos resueltamente las riendas de su destino”. En Pie de Paz de Federico Mayor de Zaragoza.
LA POBREZA NO ES UNA CONDICION NATURAL DEL SER HUMANO, ES UNA IMPOSICION ARTIFICIAL. Muhammad Yunus. Premio Novel de la Paz 2006 y fundador del Banco Grameen, apodado el Banco de los Pobres.
Colaboración de COOPVINCI
