Oculto
entre los sentimientos del ser humano se encuentra el terrible deseo de
reclamar el pago por favores hecho, no hay duda de que en el fondo del ser
interior nos complace saber que alguien necesita de nosotros así sea de manera
económica, física, social o sentimental.
Va
mas allá del deseo de servir, muchas veces satisfacer esa necesidad se
convierte en una inversión que más temprano que tarde habremos de cobrar. Ese
no es el espíritu que nuestro Creador puso en nosotros, eso no es más que una
caricatura de servicio que hemos ido desnaturalizando a través de un corazón
que cada día se hace más mezquino e interesado.
He
tenido la oportunidad o el privilegio de conocer seres desinteresados que se
involucran sin pensar en facturas en la problemática social de las personas,
estos personajes en vías de extinción dedican su tiempo, talentos y recursos a
favor de los mas desposeído arriesgando muchas veces no solo su estabilidad
financiera sino también la física, ya que se exponen a que al chocar con los
más bajos intereses peligre también su bienestar físico y social.
En
estos días me reencuentro con un ser así, fuera de serie, lo conozco como una
alma pasiva que se entrega a la defensa de las mejores causas, habla con
entusiasmo lo mismo de energía alternativa para proteger nuestro planeta cada
vez mas agredido por los combustibles fósiles, que de la siembra de lombrices
por parte de mujeres campesinas con el propósito de vender abonos para el
cultivo libre de pesticidas que dañan la salud y al mismo tiempo generan
ingresos para aliviar la estrechez económica de sus familias, no tiene para él
diferencias los proyectos siempre y cuando beneficien a los más desposeídos,
conversar con él te traslada al valle de lo posible, puedes ver en sus ojos de
niño grande como el trabajo desinteresado a favor de los marginados puede
cambiar su calidad de vida. Me decía que existen un sin número de proyectos que
beneficiarían directamente a los más pobres y hacen énfasis en las mujeres y
los niños, pero que los mismo afectarían las ganancias deshonestas de otros y
esto resulta como una limitante para su desarrollo, de su parte a fuerza y
verdad se ha ido abriendo brechas en diferentes lugares a fin de dar por gracia
lo que por gracia recibió.
Motiva
su actitud, su desprendimiento, el saber que siempre existe algo que podamos
hacer para mejorar la calidad de vida de nuestros semejantes, debemos
preguntarnos desde la posición que ocupamos cuales son las motivaciones que
tenemos al actuar, está en nosotros el deseo ardiente de cooperar con una mejor calidad de vida en nuestro país.
Agradezco
a Dios por mi amigo y hermano Juan
Antonio Japa, bendigo su sencillez su corazón, puro sin manchas y sin rencores y
pido a mi Señor que nada lo contamine ni lo corrompa, que pueda seguir viviendo
como hasta ahora con la prioridad de trabajar a favor de los más necesitados
por un país más justo y mas cooperativisado.
“Mas la bondad del Señor es eterna y para
siempre con aquellos que Le temen. Su justicia permanece para siempre de
generación en generación, Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan
de sus mandamientos para ponerlos por obra.” Salmo 103:17-18